jueves, marzo 21, 2013

Instantes


En mi camino a la "iluminación" he aprendido sobre diversos temas, sobre la vida misma.

Cada vez aprendo más del ser humano y a veces digo con un sentido humorístico que "no humano", que soy un "casiavatar", me defino como "Lobo de Estepa", etc. No con esto quiero decir que lo he dejado de ser.

Si bien la senda del desapego es trascender el estado humano, libre de ataduras, es una realidad que estaré mas cerca de alcanzarla en la medida que sea capaz de entender que la vida es simplemente una sucesión de instantes.
Y cada instante es bello por si mismo. No es tan malo ser feliz, no es tan malo apreciar la vida y sus momentos.
Cuando estos momentos no contradicen el "Octuple Sendero" son bellos y disfrutables. Tener la sensibilidad y conciencia de ellos nos acerca a los que buscamos, el "despertar espiritual".

No puedo dejar de ser un humano que se divierte con instantes divertidos, que disculpo los errores de quienes me agreden, que me disculpo por mis propias fallas (aceptando las consecuencias de éstas), que observo y aprendo.
Cuando siento cariño, afecto o algo más por alguien, me gusta disfrutar el tener estos sentimientos.

Hay tanto en la vida del "ser humano" que nos empobrece; odios, envidias, rencores, violencia, etc. Que resulta poco inteligente no valorar y apreciar la infinidad de momentos gratos que podemos (si asi lo aprendemos) y que el Gran Arquitecto nos regala.

La vida es corta (y la mía desde el 19 de marzo de este año lo es más) así que debo seguir aprendiendo lo que me alcance de ella.

Amigos míos, sinceramente les agradezco si han leído estas palabras (espero haber podido expresar correctamente mi reflexión).

Atte.
El Efracaramujo (Efraín Lara)